
Hombres, niños.
Estas dos imágenes están tomadas en la misma semana, aunque a sus protagonistas les separan muchos años de vida. Sin embargo, ambos parecen estar sumidos en un mismo pensamiento: "algún día estaré ahí arriba, conduciendo esa locomotora". El hombre de la izquierda, que desde pequeño soñó con manejar una máquina de vapor, logró su objetivo a los 46 años, la misma semana en que se captó esa fotografía. Puede que el niño de la derecha, que mira arrobado las operaciones en la cabina de la Aurrera, consiga algún día hacer realidad los sueños que parecen pasar por su mente en esta mañana de disfrute ferroviario.
Fotografía de la izquierda: locomotora Aurrera en el depósito del Museo Vasco del Ferrocarril, en Azpeitia (Foto: Albert López Iborra). Derecha: maniobras de la Aurrera al frente del tren turístico del museo en Lasao. Julio de 2008.